Yo no sé vosotros, pero yo ya he entrado en esa espiral de perdición, compuesta por cenas con amigos, compras de turrones, bombones, polvorones y demás exquisiteces propias de estas fechas, regalos de Navidad y abandono de días de gimnasio por falta de tiempo, ( esto es una excusa malvada por mi parte...pues con un microgramo de voluntad podría ir... pero claro, me gusta más "fugarme" de tiendas que ir a sudar la gota gorda y llenarme de dolores a mi centro de tortura actual... si... ya lo sé, SOY UNA FLOJA!!).
Me ha invadido el consumismo y no sólo monetario... también el alimenticio!!! Y tal vez, porque va ligado estrechamente a mi salud mental y corporal, es lo que más me está preocupando. Esta es mi época del año favorita, adorno todo lo adornable, la casa de mis padres, la mía, el trabajo... vamos que no me cuelgo de una grúa para las luminarias de las calles porque no me dejan, que si no.... soy Fan de Papa Noel y de los Reyes Magos, del árbol de Navidad y del Nacimiento, me encantan los adornos de colores y sobre todas las cosas... Las Luces!!!.
En mi casa soy la única a la que le entra esta fiebre navideña, y creo que en parte, mi madre la fomentó enormemente. Recuerdo que apenas levantaba dos palmos del suelo, me dejaba hacer los adornos navideños a mi antojo, y los de mi abuela...y hasta ayudaba a una de mis tías con un portal de Belén fantástico y maravilloso que hacía y llenaba tooooda una habitación!!!. Hasta aquí, es una afición sana y dentro de unos límites, hasta podría decirse que natural, pero lo que ya no es tan sano, es todo el consumismo que estas fechas llevan sobrepuestas.
Aunque no queramos y nos propongamos firmemente no pasarnos, muchas veces es bastante improbable que lo logremos, por eso este año nuevamente y en previsión de ataques de locura navideños me he hecho una propuesta a mi misma... hace ya unos 4 años que he adoptado esta medida, y la verdad me ha dado buenos resultados, no sólo me pongo freno en muchos momentos, sino que ha hecho que la cuesta de enero no sea tan “pronunciada”, ni monetaria ni dietéticamente.
Cada año a primeros de Noviembre elaboro una lista con aquellas personas a las que regalo en estas fechas, pienso en que quiero regalarles y me pongo un tope de presupuesto. Salvo contadas excepciones lo cumplo. Otro tema es el evitar empachos y el par de kilos de más reglamentarios que se implantan en mis caderas por estas fechas, para ello, y como no voy a dejar de salir o de celebrar estas fechas con los seres queridos, trato de pedir el plato más sano posible y si esto no es posible porque comes en casa de alguien, de todo aquello que comería con gusto, trato sólo de comer la mitad e intento autoconvencerme que ya estoy llena… (Si ya sé que es muy complicado, pero una lo intenta….). Además, este año no he dejado de hacer ejercicio al menos 3 veces por semana y este mes no va a ser diferente!!, propósito de fin año!!!.
Cada uno tenemos nuestros trucos como es normal, lo importante es cuidarse y ser conscientes que una gastritis en estas fechas no es plato de buen gusto, ni desmadrarnos tanto que parezcamos chorizos parrilleros dentro de esos vaqueros que tan bien nos quedaba en noviembre…o crezcan telarañas en nuestras carteras. En una época en la cual la palabra crisis esta a la orden del día, debemos cuanto menos, ser conscientes de que el derroche por el derroche no es recomendable.
Así pues, aparte de querer desearos una magnificas fiestas 2011-2012, os invito a la reflexión y a la moderación... ambas cosas, sin lugar a dudas, no nos harán infelices y cuanto menos nos podrán ahorrar algún que otro dolor de cabeza!.
R.
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