sábado, 14 de abril de 2012

... Moda Heidi.

 
   Quién no recuerda los famosos dibujos animados de Heidi, Marco, Niebla, el abuelo, Clara y hasta la cabra copito de nieve?. Heidi es un libro infantil de 1880, que narra las aventuras de una niña huérfana que vive junto a su abuelo en los Alpes Suizos, cerca la frontera con Austria, ( pertenece a la escritora suiza Johanna Spyri) ... Este libro llevado a serie de televisión formaron parte de la infancia de muchos de nosotros... pero no quiero hablaros de esto... veis esas chapetas rojas que siempre lucia Heidi en la serie?, la que muchos piensan que era por vivir en el campo, con clima de alta montaña y aire puro... pues no.... no no y NO!, yo defiendo que Heidi tenia lo que se denomina couperosis o rojeces faciales.... y son padecidas por muchísimas mujeres y hombres!!. Son mÁs molestas estéticamente que otra cosa, y lo cierto es que en algunas ocasiones puede llegar a ocasionarnos algún pequeño complejo e incluso kilos de maquillaje con la intención de "taparlas" de alguna forma.
   Si nos dejamos guiar por el color de nuestro rostro, existe la tendencia de interpretar la ausencia de éste como síntoma de mala salud, mientras las mejillas sonrosadas parecen ser el claro testimonio de un vida saludable. Sin embargo, cuando este color es consecuencia de pequeños capilares dilatados y enfermos que enrojecen los pómulos, mejillas y aletas de la nariz, nos encontramos ante lesiones vasculares cutáneas que representan un claro indicio de problema facial y, por extensión, estético.
Dicha alteración de tipo vascular, se manifiesta en pieles sensibles y finas con tendencia a la congestión, mediante la aparición de las teleangectasias, capilares venosos vasodilatados, que forman manchas rojizas en la zona media del rostro.
   Las personas que tienden a padecer enrojecimientos de tipo emotivo o por cambios de temperatura son de piel sensible, que pueden llegar a padecer eritrosis facial, enrojecimiento de las mejillas, en la que los capilares son casi invisibles, llegando a convertirse, más tarde, en la couperosis. Su aparición es consecuencia de una mala circulación sanguínea del retorno venoso, cuyos riesgos de aparición, precauciones y contraindicaciones serán iguales a los de una persona con problemas de mala circulación, por lo que, al igual que éstas, deberán evitar los cambios bruscos de temperatura, el alcohol, el tabaco y los excitantes, además de las comidas muy calientes y ricas en especias.
   El principal factor de aparición de esta alteración facial radica en los cambios de temperatura, sin embargo, no es la única: la exposición sin protección al frío, viento o radiaciones, los trastornos de tipo alimenticio o nervioso, los factores hormonales, como el embarazo o las enfermedades, en general, también juegan un papel destacado en su aparición.
   Podemos destacar diferentes etapas. La primera fase se caracteriza por un enrojecimiento-congestión en la zona media del rostro, que primero se manifestará en periodos cortos, pero que, poco a poco, llegará a ser casi permanente de la zona. A consecuencia de las repetidas congestiones, se entra en una segunda fase protagonizada por las teleangectasias, en la que la piel será de un color rojizo, tornándose, después, de un tono rojo-violáceo. La aparición por fases de la couperosis representa una ventaja a la hora de hacerle frente.
   Aquellas personas de piel sensible que se enrojecen con facilidad pueden convertirse en víctimas de esta alteración cutánea. Por ello, es importante realizar tratamientos preventivos y protectores. Si la couperosis llegara a desarrollarse completamente, sólo podría eliminarse de manera definitiva a través de técnicas estéticas: láser, electrocoagulación, o en última instancia, inyecciones, que actúan coagulando la sangre del capilar enfermo, cerrándolo y volviéndolo invisible.
   Que podemos hacer para prevenirlo?, pues una buena higiene facial es importante, sobretodo dada su efectividad, si se van a usar tratamientos posteriores. La higiene debe ser suave y aportar elementos hidratantes y calmantes. Los productos a elegir son las leches, geles limpiadores o syndets extragrasos, tónicos faciales, agua termal y panes dermatológicos. Se aplicarán en el rostro y cuello dos veces al día, por la mañana y noche. Posteriormente, la piel debe secarse mediante toques ligeros sin llegar a frotar. Es aconsejable el uso de mascarillas calmantes e hidratantes al menos dos veces por semana. El uso de exfoliantes está totalmente desaconsejado.
   Con la higiene facial se pretende actuar en la superficie para quitar las impurezas, la suciedad ambiental, restos de células muertas y emulsionar el contenido graso existente en la epidermis. Las características de este tipo de productos permiten conservar el manto lipídico natural ya que si no la piel quedaría severamente perjudicada. Si se utiliza leche limpiadora, los tónicos fáciles o el agua termal se encargarán de quitar los restos de ésta y restablecer el pH fisiológico de nuestra piel. Tanto limpieza, hidratación como protección hacen referencia a la prevención o atenuación de las venas o arañas vasculares más pequeñas.
   Cuando se producen lesiones cutáneas o las arañas más grandes e imposibles de tratar mediante prevención, existen a nivel médico métodos estéticos para eliminarlas, entre los que podemos destacar el tratamiento laser, al incidir el láser sobre la piel, el rayo es captado por la oxihemoglobina y se lesiona el endotelio. La energía dependerá de la longitud de onda empleada y contra más elevada, más capacidad tendrá de penetrar. Esto se hace selectivamente sobre los vasos sanguíneos afectados y sin dañar los tejidos de alrededor. Al dañarse el vaso sanguíneo, el propio cuerpo lo reabsorbe de forma natural provocando la desaparición de la araña vascular.
   Otro tratamiento muy efectivo es la electrocuagulación, esta se emplea corriente eléctrica para coagular el vaso sanguíneo. Esta técnica también es muy frecuente para el tratamiento de pequeños lunares en la piel.
   Y por último podemos destacar el tratamiento de esclerosis, que consiste en inyectar al paciente una serie de fármacos esclerosantes justo en el área afectada. La acción de éstos es la de cerrar el capilar para que el color rojo de las lesiones que aparecen en nariz y mejillas desaparezca.
   Ciertamente este problema estético es muy común y genera preocupación entre quien lo padece. En el mundo de la cosmética existen varias cremas bastante eficaces, sobre todo en las primeras fases. Como siempre os digo, dudas, recomendaciones, lo que necesiteis... por aquí andamos!.
R.

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