Hay por la televisión una campaña sobre guardar un recuerdo a cambio de una donación... es una idea magnifica, pero un tanto compleja.... seleccionar un solo recuerdo de tu vida para guardar eternamente… Sólo uno es muy poco, pero si yo tuviese que escoger seria el día que mis octavos Reyes Magos de Oriente me trajeron mi primera bicicleta de dos ruedas.
Estaba apoyada en la mesa del comedor de mis padres, cubierta de globos de colores que la enmascaraban completamente, a los pies había una vajilla con hortalizas pintadas, (mi hermana mayor a los Reyes les pedía cosas para su ajuar.... rito que jamás entendí y siempre procure que jamás de los jamases se me regalasen "cosas para la casa"... siempre pensé que cuando tuviese la mía propia, ya compraría a mi gusto y posibilidades... como finalmente ha resultado ser).
El día de Reyes, en mi casa a mí me tocaba un sillón y a mi hermana otro para los regalitos, pero los platos para apreciarlos mejor, estaban en el suelo primorosamente colocados. Yo abrí mis juegos de cacharritos, mis lápices de colores, mis medias y ni ¡Nancy azafata! y mi hermana se dedicó a sus colchas, sábanas y platos... pero cuando se estalló un globo y apareció una parte de la rueda de mi magnifica bicicleta… madre mía qué emoción!!, recuerdo que me puse tan contenta y nerviosa que no podía ni tocarla!!!, era del verde más bonito que hubiera visto nunca y el manillar tenia los maguitos rojos con lunares blancos… es pensar en ello y revivo el momento como si hubiese sido esta mañana. Yo no sabía montar sobre dos ruedas, pero daba lo mismo, mi padre me enseñaría a hacerlo. Poco me importó que ese día amaneciera nublado y chubascando… para mí era un gran día!!
Esa bicicleta me acompañó cada verano… los veranos de mi infancia compartidos con mis primos, en los que las tardes se hacía eternas y un día te cundía por tres!!!.
Y tú... si tuvieras que elegir, cual sería tu recuerdo?.
R.
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