miércoles, 5 de febrero de 2014

... Me hago Pis!!

Un problema que suele afectar en gran medida a la población femenina y masculina es la perdida involuntaria de orina. Hoy vamos a hablar un poquito sobre ella y tratar de entenderla. Nos centraremos mas en la femenina, pero si estáis interesados en la masculina la hablamos en otro post. La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina por la uretra. Es un problema social que puede afectar a la calidad de vida de la mujer e incluso limitar sus actividades laborales o sociales. La micción normal tiene dos fases, la de llenado de la vejiga y la de vaciado. Normalmente los riñones producen orina que se almacena en la vejiga y en el momento del vaciado la musculatura de la pared de la vejiga, (el músculo detrusor), se contrae y los músculos de la uretra, el canal que conecta la vejiga con el exterior, se relajan. Esta musculatura de la uretra se llama esfínter Hay varios tipos distintos de incontinencia con causas y tratamientos totalmente diferenciados. La incontinencia urinaria continua que se produce en determinados problemas anatómicos o bien por la formación de fístulas tras cirugías o traumatismos. El tratamiento a realizar en este tipo de incontinencia es quirúrgico para corregir el defecto anatómico. Algunas enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, se acompañan de incontinencia urinaria y el tratamiento es el de la enfermedad de base. La incontinencia urinaria de esfuerzo es la que se produce al realizar un aumento en la presión abdominal por un esfuerzo como reír, toser, saltar o levantar peso. La pérdida de orina puede ser de cantidad muy variable. Es la causa más frecuente de incontinencia en la mujer. Su origen está en las alteraciones del suelo pélvico, la musculatura del periné cede por un embarazo, o por la laxitud de los tejidos en la menopausia. La rehabilitación del suelo pélvico consiste en ejercicios de gimnasia para fortalecer la musculatura (ejercicios de Kegel), electroestimulación que refuerza el tono de los músculos, biofeedback para ayudar a ser consciente de la musculatura pélvica, y entrenamiento vaginal con pesas (bolas chinas). A los ejercicios de suelo pélvico debe añadirse la reeducación de la vejiga con micciones de acuerdo con un horario que enseñe a resistir las ganas de orinar e ir aumentando paulatinamente el espacio entre micciones. El tratamiento médico todavía es limitado, pero está desarrollándose en la actualidad. De lo que si disponemos es de tratamiento quirúrgico que tiene por objetivo recolocar la vejiga urinaria y la uretra en su posición normal, y la vía de abordaje puede ser por cirugía abierta del abdomen (laparotomía), por abordaje laparoscópico o bien por vía vaginal con técnicas de cabestrillo. La prevención es importante en estos casos, especialmente en el posparto. Se debe valorar el estado del suelo pélvico antes de hacer ejercicios que, como los abdominales, puedan dañarlo. Si se inicia precozmente la rehabilitación del suelo pélvico posparto se previene la aparición de trastornos más importantes. La incontinencia urinaria por urgencia miccional es la que sucede después de un deseo urgente de orinar. Su origen está en la contracción de la musculatura de la vejiga sin la orden consciente de ello. Este tipo de incontinencia se trata con medicación que hace disminuir la capacidad de contracción de la musculatura. En algunos casos esta incontinencia puede estar producida por infecciones urinarias. Hay casos de una incontinencia mixta, con combinación de las anteriores. Por todo lo expuesto es una patología que tiene soluciones, y no debe ser causa de vergüenza, es mucho mas frecuente de lo que pensamos y no estamos exentos de padecerla.
R.

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