viernes, 9 de septiembre de 2011

Niños...

  A la vista de mis amigas debo ser un bicho un tanto extraño, pues a pesar de tener edad más que suficiente para ello, aun no tengo hijos, no por nada en concreto, simplemente no me ha llegado ese instinto maternal que a la mayoría de mis amigas les ha brotado cual flor en primavera, ( instinto que a estas edades ya va casi paralelo al de pasar por vicaría... y que ahora que caigo tampoco me ha poseído aún!).
  Cuando tengo el placer de hablar con alguna de mis queridas amigas, me doy muchísima cuenta que nuestras reuniones han cambiado sobremanera. Antes podíamos charlar de cualquier cosa, ahora somos más bien lo que se denomina monotemáticas... Así que cuestiones tales como, ¿Y cómo te va el embarazo?, o ¿cómo están los niños?... ya vienen siendo el pan nuestro de cada día, comenzando así una conversación de "mamás", en la que la mayoría de las veces me siento totalmente desubicada.
  Esto sucede cuando logramos quedar ( o si charlamos por teléfono), porque esa es otra, no siempre es posible,  (cada día menos)..." no, el niño esta malo", " hay lo siento, me he puesto enferma porque el niño me ha pegado la gripe/garganta/varicela/etc...", " pues este viernes no voy a poder, el niño me tiene agotada"," hay... soy un desastre... pero es que me da no se que dejar solito al niño con el padre". Estos son algunos de los múltiples comentarios que las "NO mamás" escuchamos de nuestras antaño "amigas enrolladas" ... y digo yo... ¿se acaba la vida después de un hijo?, ¿todo parecido con tu antigua realidad es pura coincidencia?... Si sólo viera ese comportamiento en un caso "particular", no sería tan sospechoso, pero TODAS caen en la misma espiral de secuestro materno-filial.
  Estoy completamente convencidas que no son conscientes de ello, desde dentro del meollo todo es válido, todo es normal... pero las que no estamos embebidas en el mundo del pañal, juguetes, guarderías y mocos no lo vemos tan meridiano.
  Si releo lo escrito parece que no me gusten los niños... nada más lejos de la realidad, sí que me gustan, pero no estoy segura de quererlos en propiedad, no al menos por ahora.
  Supongo que cuando crezcan, (estoy sospechando que ese momento será cuando vengan entrando en la universidad), esto se irá normalizando... o no, tal vez ahí sea yo la que esté sumida en el maravilloso mundo infantil y sea la más tonta del universo con mi retoño... ¿quién puede predecir el futuro?... yo desde luego no y ni Aramis Fuster junto a Rappel, (por mucho que se empeñen y cobren por ello), tampoco pueden!
 Este mini artículo va por mis maravillosas amigas Mamás, a las que quiero muchísimo, respeto y admiro, pues se triplican cada día... pero no dejo de echar de menos a sus antiguas "YOS", con las cuales tanto compartimos.

R.

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