miércoles, 19 de febrero de 2014

... Hoy es especial...

Hay días y días… y hoy es uno de esos especiales.
Estas aun sin estar, pues siempre estarás en mi memoria mientras ésta esté conmigo.
Hoy es el primero de tantos otros que vendrán y por ser el primero tal vez es el más difícil de llevar.
Siempre hay una primera vez para todo… también fueron las primeras navidades y aun quedan muchos otros "primeros" que me hubiera gustado no vivir y que sin embargo sabia que vendrían.
Gracias por todos esos anteriores al primero que pude compartir contigo.
R.

lunes, 17 de febrero de 2014

... Mi piel es.... ¿sensible?.

Cuantas veces hemos oído eso de " tengo la piel sensible", incluso es posible que nosotros mismos la tengamos, no podemos usar cualquier producto, se nos enrojece, nos pica y a veces se nos descama…. Hoy hablaremos de la Dermatitis Atópica, intentaremos conocer sus causas y un poco de la manera de prevenirla.
El término atopia indica la predisposición para reaccionar de forma exagerada frente a sustancias o estímulos ambientales que pueden afectar a diferentes partes del organismo, como el aparato respiratorio o digestivo, y la piel. Un ambiente más frío, mayor humedad ambiental, la calefacción o el contacto directo con tejidos como la lana son factores que alteran la piel de una persona atópica. El otoño es también la época en la que los adultos que todavía estaban de vacaciones se reincorporan al trabajo y los niños vuelven al colegio. Estos cambios comportan un cierto estrés emocional, capaz de desencadenar reagudizaciones de la dermatitis atópica. Aunque carece de un tratamiento definitivo, las recomendaciones se centran en controlar y aliviar sus brotes.
Los pacientes con dermatitis atópica pierden un promedio de tres días laborales al año debido al empeoramiento del eccema que caracteriza a esta enfermedad. Su sueño se altera durante medio centenar de noches. Tanto niños como adultos se exponen a esta pruriginosa alteración, pese a que afecta, sobre todo, en la edad pediátrica. Hasta un 18% de los menores de dos años ha sido diagnosticado y un 20% de las consultas de dermatología pediátrica se refieren a la dermatitis atópica. Al llegar a la adolescencia, en dos de cada tres jóvenes cesan las reagudizaciones, que perdurarán en uno de cada cinco adultos.
Llamada comúnmente eccema (atópico), es una enfermedad de la piel que afecta el cuero cabelludo, la cara y el torso.
Las glándulas sebaceas producen un exceso de grasa con aspecto de escamas Se trata de un trastorno funcional de las glándulas sebaceas que producen una hipersecreción de grasa prurito y con aspecto de escamas.
Se desconocen las causas exactas de este incremento, pero se atribuye a los cambios ambientales propios de los países desarrollados. También la ansiedad y el estrés agravan la dermatitis atópica, ya que empeoran sensiblemente los síntomas cuando el enfermo atraviesa por una situación de mayor tensión..
El síntoma más frecuente es el picor intenso de la zona afectada y las lesiones más comunes son el eccema (enrojecimiento, inflamación, vesículas y costras), el prurigo o pápulas con vesículas en su cúspide, que desaparecen con el rascado siendo sustituidas por una pequeña costra, y la liquenificación o formación de placas de piel engrosada. En esos casos la enfermedad no sólo compromete al aspecto físico, sino que suele afectar al estado emocional debido a que el picor es especialmente nocturno y asociado a menudo a trastornos del sueño.
La dermatitis atópica, al igual que la psoriasis, "afecta a la calidad de vida de forma más intensa que muchas otras enfermedades, dado que cursa con un intenso prurito y requiere cuidados continuos". Sin embargo, "muchos pacientes desconocen que estas molestias podrían aliviarse con la ayuda de corticoides tópicos".
La dermatitis afecta a la calidad de vida dado que cursa con un intenso prurito.
El principal obstáculo para lograr el tratamiento adecuado de esta patología es el infradiagnóstico. Muchos casos de dermatitis atópica pasan desapercibidos hasta que el paciente no se encuentra en una fase avanzada de la enfermedad. Los farmacéuticos pueden ayudar a implicar al paciente en su tratamiento, ya que, a pesar de sus consecuencias, se trata de una enfermedad que muchas veces el paciente no se trata o lo hace de forma deficiente.
Otra de las causas de la falta de constancia es el temor de algunos pacientes a los corticoides. Sin embargo, los corticoides, siempre que se administren de acuerdo con las indicaciones que haya recomendado el médico, son eficaces y seguros. Y si se acompañan de una crema hidratante indicada para restablecer el equilibrio fisiológico de la piel, la recuperación es más completa.
Muchos pacientes desconocen que sufren dermatitis atópica y en lugar de tratarse con corticoides tópicos y cremas emolientes (hidratantes) para frenar la inflamación y recuperar el equilibrio de la piel, recurren a cremas que sólo alivian temporalmente el picor.
Aunque los tratamientos controlan los síntomas, ningún remedio es capaz de curar la dermatitis atópica. Por su condición de enfermedad inflamatoria crónica, esta afección cutánea cursa con brotes y se origina porque el sistema inmunitario responde de forma exagerada a una serie de estímulos externos, ya sean por sudoración, contacto con sustancias irritantes o acción infecciosa por parte de gérmenes.
El principal síntoma durante las reagudizaciones es un intenso picor que lleva al paciente a rascarse y causa en su piel unas lesiones con forma de placas rojas. También es frecuente el rubor local con hinchazón y calor. Tras la remisión, y una vez tratada la inflamación visible, las zonas de piel afectadas recuperan una apariencia externa normal. Sin embargo, desde el punto de vista inmunológico, persiste la inflamación subclínica que, a largo plazo, propicia la aparición de nuevos brotes ante la presencia de cualquier desencadenante.
Prevenir, reducir y espaciar los brotes es fundamental. A pesar de la acción beneficiosa de los tratamientos, hay que afrontar la dermatitis atópica desde la perspectiva de un control a largo plazo de la inflamación subclínica.
R.

miércoles, 5 de febrero de 2014

... Me hago Pis!!

Un problema que suele afectar en gran medida a la población femenina y masculina es la perdida involuntaria de orina. Hoy vamos a hablar un poquito sobre ella y tratar de entenderla. Nos centraremos mas en la femenina, pero si estáis interesados en la masculina la hablamos en otro post. La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina por la uretra. Es un problema social que puede afectar a la calidad de vida de la mujer e incluso limitar sus actividades laborales o sociales. La micción normal tiene dos fases, la de llenado de la vejiga y la de vaciado. Normalmente los riñones producen orina que se almacena en la vejiga y en el momento del vaciado la musculatura de la pared de la vejiga, (el músculo detrusor), se contrae y los músculos de la uretra, el canal que conecta la vejiga con el exterior, se relajan. Esta musculatura de la uretra se llama esfínter Hay varios tipos distintos de incontinencia con causas y tratamientos totalmente diferenciados. La incontinencia urinaria continua que se produce en determinados problemas anatómicos o bien por la formación de fístulas tras cirugías o traumatismos. El tratamiento a realizar en este tipo de incontinencia es quirúrgico para corregir el defecto anatómico. Algunas enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, se acompañan de incontinencia urinaria y el tratamiento es el de la enfermedad de base. La incontinencia urinaria de esfuerzo es la que se produce al realizar un aumento en la presión abdominal por un esfuerzo como reír, toser, saltar o levantar peso. La pérdida de orina puede ser de cantidad muy variable. Es la causa más frecuente de incontinencia en la mujer. Su origen está en las alteraciones del suelo pélvico, la musculatura del periné cede por un embarazo, o por la laxitud de los tejidos en la menopausia. La rehabilitación del suelo pélvico consiste en ejercicios de gimnasia para fortalecer la musculatura (ejercicios de Kegel), electroestimulación que refuerza el tono de los músculos, biofeedback para ayudar a ser consciente de la musculatura pélvica, y entrenamiento vaginal con pesas (bolas chinas). A los ejercicios de suelo pélvico debe añadirse la reeducación de la vejiga con micciones de acuerdo con un horario que enseñe a resistir las ganas de orinar e ir aumentando paulatinamente el espacio entre micciones. El tratamiento médico todavía es limitado, pero está desarrollándose en la actualidad. De lo que si disponemos es de tratamiento quirúrgico que tiene por objetivo recolocar la vejiga urinaria y la uretra en su posición normal, y la vía de abordaje puede ser por cirugía abierta del abdomen (laparotomía), por abordaje laparoscópico o bien por vía vaginal con técnicas de cabestrillo. La prevención es importante en estos casos, especialmente en el posparto. Se debe valorar el estado del suelo pélvico antes de hacer ejercicios que, como los abdominales, puedan dañarlo. Si se inicia precozmente la rehabilitación del suelo pélvico posparto se previene la aparición de trastornos más importantes. La incontinencia urinaria por urgencia miccional es la que sucede después de un deseo urgente de orinar. Su origen está en la contracción de la musculatura de la vejiga sin la orden consciente de ello. Este tipo de incontinencia se trata con medicación que hace disminuir la capacidad de contracción de la musculatura. En algunos casos esta incontinencia puede estar producida por infecciones urinarias. Hay casos de una incontinencia mixta, con combinación de las anteriores. Por todo lo expuesto es una patología que tiene soluciones, y no debe ser causa de vergüenza, es mucho mas frecuente de lo que pensamos y no estamos exentos de padecerla.
R.