lunes, 14 de julio de 2014

...Me pican los pies!!


Con la llegada del calor, el uso de piscinas, los baños de gimnasios, ir descalzos, etc. Es más frecuente que aparezcan problemas en nuestros pies.
Las infecciones micóticas pueden ser de diferentes tipos y afectar a diversas partes de nuestro cuerpo. Una de las más comunes en verano son las infecciones que aparecen en las uñas de los pies y en la propia extremidad. Estas últimas son más sencillas de corregir y los tratamientos más complicados se reservan para las lesiones ungueales, sobre todo las del dedo gordo, (que en función del tipo de hongo que nos ataque, la infección puede aparecer por el borde externo, en los laterales e incluso por la parte posterior o en la matriz. En este último caso ya habría que recurrir a tratamientos bajo prescripción médica o el laser, que esta dando muy buenos resultados).
Los hongos que colonizan con más frecuencia las uñas de los pies son aquellos que las vuelven marrón y amarillentas, dando un aspecto descuidado. A veces afecta al dorso de la uña e incluso a los espacios interdigitales. En estos casos es muy importante llevar a cabo los tratamientos preventivos cuando se ve que la uña comienza a cambiar de color porque, si dejamos evolucionar la infección, la solución será más complicada. Estas infecciones no dan sintomatología ni dolor, solo se observa que la uña se va engrosando y cambia de color, hecho que nos hace denotar que ahí está ocurriendo algo.
Los factores de riesgo que predisponen a la aparición de estos hongos en las uñas de los pies son el calor y la humedad. No hay que confundir el hecho de bañarnos con las humedades, ya que los hongos aparecen por andar descalzos por los bordes de la piscina, en vestuarios o en duchas públicas. Por eso siempre hay que ir con zapatillas y chanclas, incluso usarlas para ducharse.
Los tratamientos antimicóticos de aplicación local sin receta resuelven los problemas en el inicio de la infección. Si hablamos de un problema más avanzado, habrá que acudir a los antimicóticos más potentes que tienen que recetar el médico o el podólogo. Los tratamientos deben llevarse a cabo de forma constante porque si se dejan a medias, los hongos se vuelven a reproducir.
Si hablamos de infecciones en los pies propiamente dichos, la Tinea Pedís o también conocido como "pié de Atleta", es la infección que se da con mayor frecuencia en las personas jóvenes y de mediana edad. Pero que es rara en los niños.
El contagio ocurre al utilizar toallas o sandalias que anteriormente ha usado una persona afectada o, con mayor frecuencia, al caminar descalzo por el suelo humedecido de baños o duchas que previamente ha pisado alguna persona afectada. Estos son los lugares idóneos para el crecimiento del hongo, debido al calor y la humedad.
El primer síntoma, y muchas veces único, es el picor entre los dedos o en la planta del pie. En ocasiones se acompaña de un olor muy fuerte de la sudoración, (llegando a molestar tanto al afectado como a los compañeros), llegan a formarse ampollas en los pies y la piel se irrita mucho; a menudo sólo existe por lo general una pequeña grieta entre el cuarto y el quinto dedo.
La piel tiene un aspecto macerado y húmedo, un color rosado, y, en algunas ocasiones quemazón. En los casos crónicos también suelen quedar afectadas las uñas sobre todo la del primer dedo (dedo gordo), y toda la planta del pie.
Puede tomarse una muestra de piel enferma y practicarse un análisis (cultivo) con lo que se diferencia con toda seguridad de otras enfermedades cutáneas que se presentan en estas zonas, como psoriasis, inflamaciones por el calzado, alergias por los desodorantes o tintes del calzado, barniz de uñas, eccemas o sarna.
Actualmente se dispone de medicamentos en forma de crema, polvos, aerosoles que son eficaces si se aplican convenientemente. Deseo resaltar esta parte del tratamiento ya que requiere de mucha constancia y paciencia por parte de la persona afectada por dicha patología. Además, deben seguirse una serie de normas higiénicas para evitar el contagio. En los casos más severos se administra el tratamiento por vía oral.
Las mejores maneras para prevenir el pie de atleta:
* Tomar medidas de precaución en vestuarios, duchas y baños colectivos, calzado propio, toallas individuales.
* Lavar los pies adecuadamente.
* Utilizar una crema hidratante posterior al baño con la finalidad de formar una fina película de grasa. Esta capa representa un obstáculo para la invasión del hongo.
* La persona afectada deberá ser tratada por un médico o podólogo. Si las uñas están afectadas deben de limarse; con la intención de que pierdan el grosor y el tratamiento llegue hasta el hongo.
* Procurar una buena ventilación.
* No abusar del calzado deportivo o zapatos plastificados.
Así pues, tenemos y debemos cuidar nuestros pies durante todo el año, pero el verano los hace bastante vulnerables, si que seamos responsables y mimémoslos un poco.
R.

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