miércoles, 23 de mayo de 2012

La Risa...

  
   La Risa... que poderoso antidepresivo!. Según la RAE, es el movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría.  Pero la Risa es algo más que eso.
   El hombre y la mujer son los únicos animales que saben reír. Es un sentimiento humano y al mismo tiempo irracional. En la historia de la Humanidad, estudiosos, filósofos y  científicos, han intentando buscar una explicación a este fenómeno. Nos reímos de lo que vemos, de lo que oímos, por imágenes mentales, por el placer de un hecho, por gesticulaciones cómicas, ante las ocurrencias de nuestros amigos o compañeros de trabajo, pero también nos reímos por algo necio o soez, por preguntas y frases absurdas, por ironías inteligentes y divertidas, a veces de una forma crítica y ‑¿por qué no?- muchas veces nos reímos de los demás, con crueldad, sobre todo cuando se resbalan o tropiezan y dan con su cuerpo risueño en el asfalto. En este caso la risa es vergonzante, pero risa al fin.
   La risa no es la panacea, ni la felicidad, pero está muy emparentada con ésta. Lo que parece fuera de toda duda es que ayuda a sentirse mejor. La risa incrementa la autoestima y la confianza en uno mismo; evita la depresión y la tristeza al forzar cambios emocionales en la persona. Es también una fórmula eficaz para eliminar pensamientos y emociones negativos ‑es imposible reír y pensar al mismo tiempo‑, por lo que ayuda a combatir las enfermedades psicosomáticas. Alivia el insomnio al producir una sana fatiga que el sueño repara con facilidad, la hipertensión, al aumentar el calibre dé los vasos sanguíneos y reparar tos músculos lisos de las arterias, reduce la presión arterial. Combate miedos y fobias y la timidez, al facilitar la comunicación entre las personas ayuda a expresar emociones y favorece los lazos afectivos. Asimismo alivia el sufrimiento y sirve para descargar tensiones, potencia la creatividad y la imaginación.
   Por otro lado puede ejercer efectos positivos contra enfermedades fisiológicas: refuerza el sistema inmunológico, facilita la digestión, fortalece el corazón acelerando el ritmo cardíaco, mejora la respiración, ya que la ventilación respiratoria llega al máximo cuando reímos y aumenta la actividad vital al incrementar la circulación nerviosa. En definitiva, y como dice un viejo proverbio chino: "Para estar sano, hay que reírse al menos treinta veces al día."
R.

viernes, 11 de mayo de 2012

Para presumir... hay que sufrir!!!


  Reza el dicho popular, "El que quiere presumir.. tiene que sufrir!!", cuanta verdad encierran esas pocas palabras... Y si no como muestra puedo poneros ejemplos de lo que hacemos las mujeres con tal de salir "Divinas" a la calle...
   Hoy mismo, sin irnos más lejos en el tiempo, estoy... literalmente embutida cuan chorizo parrillero en un estupendo pantalón vaquero que si respiro hondo se me corta la circulación y estalla la cremallera... como complemento llevo unos taconazos de los que mañana, cuando me duela la espalda, me voy a arrepentir... pero por lo pronto fui al trabajo hecha un figurín.... ( Algo morado, por aquello de la dificultad respiratoria....pero figurín!!).
   No sé muy bien que maquiavélico deseo subconsciente nos lleva a tomar este tipo de decisiones… pero que lo hacemos… Vamos que si lo hacemos!!.  Tengo una amiga que se niega a comprar nada de ropa superior a la talla 40… y si tenemos en cuenta que anda por una 44… podremos hacernos una idea de la dificultad habida en las tiendas entre continente y contenido…. Y digo yo… como decirle la verdad que no quiere oír?... pues sencillo… No diciéndolo… ella lo sabe… yo lo sé…. El mundo entero lo ve, pero si es feliz… para que estallar su burbuja?, ya bastante complicada esta la vida como para romper ilusiones a la ligera, jejeje.
   Horas de gimnasio, pruebas de maquillaje, mil potingues, fajas estilizadoras, tacones, depilación, peluquería…. En fin, que tenemos ciento y un rituales de belleza…. Pero realmente los hombres son conscientes de esto o lo hacemos de cara al resto de las mujeres?. Esto es algo que he pensado en muchas ocasiones. La mayoría de nosotras nos arreglamos para nosotras mismas y para gustar, (es evidente), pero también para tener el reconocimiento de las otras mujeres que nos rodean...
   Quien no se ha fijado en el nuevo bolso de la compañera, o en sus zapatos, traje nuevo o si lleva unas mechas fantásticas?... digamos lo que digamos, sí que nos fijamos y básicamente porque somos rivales, ( a veces sanas, a veces no), y nos salen las reminiscencias primitivas del animal que todos llevamos dentro. En nuestra personalidad está el llevar eso a extremos de fashion victim, o a convivir sanamente con el mundo de la moda.
   ¿Tú qué opinas?.
R.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Me duele la espalda...

  A quien no le ha dolido alguna vez la espalda?...  a mi desde luego que muchas veces... y que molesto es... Vamos a hablar hoy un poco de esta dolencia tan extendida y a veces no tan comprendida la importancia que puede llegar a tener...
  Sabíais que ocho de cada diez personas padecen dolor lumbar alguna vez en su vida?. En el caso de los niños, más de la mitad sufren molestias en la espalda antes de cumplir los 15 años, y a partir de los diez años se incrementan los riesgos de padecerlas también en la edad adulta, por lo que los expertos recomiendan que se tomen medidas para prevenir la aparición de estas dolencias ya desde los ocho años
   El dolor de espalda medicamente se conoce como lumbalgia y se define como el dolor, de cualquier causa, en la zona del dorso, desde las últimas costillas hasta los pliegues glúteos. El dolor lumbar es muy frecuente. Es la principal causa de invalidez en las personas con edades comprendidas entre los 19 y los 45 años, y la segunda causa más frecuente de pérdida de días de trabajo por incapacidad en los adultos menores de 45 años (después del resfriado común).
   El dolor lumbar se hace más frecuente a medida que se envejece. Afecta a la mitad de las personas de más de 60 años en algún momento. Su incidencia económica es considerable. De este modo, aunque el dolor lumbar rara vez es producido por enfermedades con riesgo mortal, es un problema de salud importante. Sin embargo, el número de lesiones en la espalda originadas en el lugar de trabajo está descendiendo, quizá porque existe un mayor conocimiento del problema y las medidas preventivas han mejorado.
   La columna vertebral está constituida por los huesos de la espalda (vértebras), que están separados y protegidos por discos de cartílago que amortiguan los choques. Las vértebras también están cubiertas por una capa fina de cartílago, y se mantienen en su sitio por ligamentos y músculos que ayudan a estabilizar la columna vertebral. La médula espinal se encuentra rodeada por la columna vertebral. A lo largo de toda la médula espinal, los nervios espinales salen por los espacios localizados entre las vértebras y se conectan con otros nervios en todo el cuerpo. La parte del nervio espinal más próxima a la médula espinal se denomina raíz nerviosa espinal. Debido a su posición, las raíces nerviosas espinales pueden ser comprimidas cuando la columna vertebral es lesionada, lo cual produce dolor.
   La parte inferior (lumbar) de la columna vertebral consta de cinco vértebras. Conecta el tórax con la pelvis y las piernas, y proporciona movilidad para girar, inclinarse y agacharse, además de fuerza para estar de pie, caminar y levantarse. De este modo, la región lumbar está implicada en casi todas las actividades cotidianas. El dolor lumbar limita o impide estas actividades y altera la calidad de vida.
Podríamos dividir los tipos de lumbalgia en dos grandes grupos, por un lado la lumbalgia específica, que es aquella en la que se llega a conocer la causa, lo cual sucede únicamente en el 20% de los casos. En el 5% de los pacientes, el dolor lumbar es síntoma de una enfermedad grave subyacente. Diferentes ejemplos de causas de dolor lumbar son:
* La osteoartritis (artritis degenerativa) produce un deterioro del cartílago que cubre y protege las vértebras. Se cree que este trastorno se debe en parte al desgaste y el desgarro producidos por años de uso. Los discos localizados entre las vértebras se deterioran, estrechando los espacios y comprimiendo las raíces nerviosas espinales, y a veces se desarrollan proyecciones irregulares de hueso en las vértebras, que también comprimen las raíces nerviosas espinales. Todos estos cambios pueden producir dolor lumbar y rigidez.
* En la osteoporosis disminuye la densidad ósea, provocando que los huesos sean más frágiles (más propensos a fracturarse). Las vértebras en particular son susceptibles a los efectos de la osteoporosis, lo que a menudo causa fracturas por aplastamiento (compresión), que pueden originar un dolor de espalda intenso y súbito, y compresión de las raíces nerviosas espinales (que pueden producir un dolor de espalda crónico). Sin embargo, la mayoría de las fracturas debidas a osteoporosis se producen en la parte superior y media de la espalda y causan dolor en esas zonas más que en la región lumbar.
* La hernia o disco roto o herniado. Cada disco tiene una cubierta resistente y su interior es blando y gelatinoso. Si un disco es comprimido repentinamente por las vértebras que se encuentran por encima y por debajo de él, se puede desgarrar la cubierta (rotura), lo que causa dolor. El interior del disco puede abrirse paso por el desgarro de la cubierta, de modo que parte de su interior sobresale (se hernia). Esta protuberancia puede comprimir, irritar y hasta lesionar la raíz nerviosa espinal contigua a esta, lo que origina más dolor.
* La estenosis vertebral (estrechamiento del canal medular, que atraviesa el centro de la columna vertebral y contiene la médula espinal). La estenosis vertebral, que en las personas mayores es una causa frecuente de dolor lumbar, se puede producir en personas de edad madura que tienen el canal medular estrecho de nacimiento.
* El dolor referido (que se origina en otros órganos o partes del cuerpo) tiende a ser profundo, molesto, constante y relativamente generalizado (difuso). De manera característica, el movimiento no lo afecta y empeora durante la noche. Se puede originar en otra parte del cuerpo, como los riñones, la vejiga, el útero o la próstata, pero se siente en la parte inferior de la espalda.
   Y por otro lado tenemos la lumbalgia inespecífica, que constituye el 80% restante. En estos casos no se llega a identificar claramente la estructura que origina el dolor. Es un proceso benigno de duración limitada, aunque recurrente, más frecuente en adultos de mediana edad y en mujeres. Los factores que con mayor frecuencia pueden desencadenar el primer episodio son: coger cargas, adoptar posturas incorrectas, las vibraciones, un bajo nivel de satisfacción laboral, factores psicológicos y el estrés.
Desde el punto de vista práctico se puede clasificar la lumbalgia como aguda (aquella con menos de 7 días de evolución), subaguda (entre 7 días y 7 semanas) y crónica (más de 7 semanas). El objetivo principal cuando se valora al paciente es descartar aquellas causas graves cuya manifestación clínica sea dolor lumbar y que, aunque son infrecuentes, pueden requerir tratamiento inmediato (traumatismos, infecciones, tumores...).
   Los métodos diagnósticos van también en consonancia con el tipo de patología de base que pueda estar provocando la lumbalgia, así vamos desde una radiografía, analíticas, TAC, etc.…, siempre será en medico quien determine las pruebas diagnosticas necesarias para un correcto diagnostico y posterior pauta de tratamiento.
   La mayoría de las personas aquejadas de dolor de espalda mejorarán en el plazo de un mes, con o sin tratamiento, por lo que el manejo inicial de un paciente con dolor lumbar agudo sin factores de riesgo asociados debe ser conservador, con objeto de conseguir un alivio sintomático. En el caso de que no haya mejoría con un tratamiento adecuado en ese periodo de tiempo, debería replantearse el caso y realizarse las pruebas complementarias oportunas
   La medida principal durante la fase aguda ha sido tradicionalmente el reposo absoluto en cama; sin embargo, estudios han demostrado que el reposo en cama de más de dos días resulta más perjudicial con respecto al dolor y a la incapacidad funcional que la actitud activa, por lo que se recomienda reanudar cuanto antes la deambulación y las actividades habituales (con excepción de los trabajos físicos pesados). Es conveniente una reeducación postural orientada a evitar las actividades y posturas que desencadenan el dolor. El tratamiento farmacológico se basa en los fármacos analgésicos (paracetamol), antiinflamatorios y relajantes musculares (estos últimos, no más de dos semanas). A partir de la segunda semana, debe recomendarse ejercicio aeróbico suave y, a partir de la cuarta semana, ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento del tronco.
Si persisten los síntomas más de 4-6 semanas a pesar del tratamiento conservador, o la intensidad aumenta durante el mismo, es necesario volver a valorar al paciente de forma completa, realizando pruebas diagnósticas y tratamientos específicos, si lo precisa.
   Cuando el dolor perdura durante más de 12 semanas, se establece el diagnóstico de dolor lumbar crónico. En estos casos, si la exploración física permite descartar una patología grave, no se recomienda ningún método diagnóstico salvo que se sospeche una causa específica. El tratamiento tiene como objetivo conseguir que el paciente  tenga una actividad física normal. Los programas de ejercicios y las terapias de conducta han demostrado su utilidad; sin embargo, la fisioterapia (calor o frío, corsé, láser, ultrasonidos) no se recomiendan en estos pacientes. Para el dolor, se debe pautar analgesia a intervalos cortos de tiempo; los antidepresivos y relajantes musculares pueden ayudar a controlar este síntoma. Medidas intervencionistas, como la acupuntura o los corticoides epidurales o intra-articulares, no han resultado eficaces. En determinados casos debe valorarse la posibilidad de derivar al paciente a unidades del dolor, para seguir tratamientos a largo plazo.
   La cirugía puede ser una opción para casos de más de dos años de lumbalgia crónica en los que hayan fracasado todas las medidas conservadoras y exista una enfermedad degenerativa discal de uno o dos niveles.
   En caso de sufrir lumbalgia, los siguientes consejos te ayudarán a sobrellevarlo y calmar el dolor:
*Realizar ejercicio de forma regular, hay dos tipos de ejercicios que pueden ser útiles: ejercicios aeróbicos (como la natación) y ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de determinados músculos (como hacer inclinaciones pélvicas y flexiones abdominales).
*Evitar estar de pie o sentado durante períodos prolongados, así como las posturas o movimientos que generen dolor.
*Mantener una buena postura cuando la persona está de pie o sentada.
*Dormir en una posición cómoda sobre un colchón firme.
*Aprender a levantar los objetos correctamente (doblar suficientemente las rodillas, de manera que los brazos se encuentren al nivel del objeto que va a ser levantado).
   Espero haberos ayudado un poco!.

R.