A quién no le ha ocurrido alguna vez el no
poder dormir?, creo que todos en algún momento de nuestra vida hemos sido víctimas
del insomnio. Hoy me gustaría ver con vosotros un poquito de sus causas,
consecuencias y como poder evitarlo. Algo que puede parecernos una tontería no lo es en absoluto, el descansar poco o mal repercute en nuestro día a día, en nuestras relaciones personales e incluso en como nos sentimos con nosotros mismos....
El insomnio se caracteriza por una dificultad
continuada en la conciliación, mantenimiento o calidad del sueño, pese a disponer
de tiempo y oportunidad para dormir adecuadamente. En los niños el insomnio
suele manifestarse como una resistencia a ir a la cama o a dormir de forma
independiente (sin los padres o cuidadores). El insomnio afecta al sujeto por
la noche y durante el día, cuando sufre las consecuencias del descanso
insuficiente. Esto diferencia el insomnio verdadero del “dormidor corto” que
precisa pocas horas de sueño pero se siente descansado por la mañana y
permanece plenamente operativo durante el día.
Las rutinas irregulares de sueño-vigilia con
ausencia de horarios estables para acostarse y levantarse, junto con variaciones
de costumbres sociales y horarios de desayuno, comida y cena, etc. provocan
“debilidad” o desincronización de los ritmos sueño-vigilia. Esto conlleva una
escasa propensión al sueño nocturno y una tendencia a la somnolencia diurna. El
exceso de bebidas excitantes y fármacos estimulantes del sistema nervioso
central (SNC) debe obviamente proscribirse. El alcohol puede facilitar el
inicio del sueño pero posteriormente lo fragmenta. La abstinencia de fármacos
depresores del SNC provoca insomnio de “rebote”.
Hay un tipo de insomnio llamado
psicofsiológico, en este trastorno, se desarrolla una progresiva asociación de
la habitación y la cama con la vigilia. De hecho, estos pacientes pueden caer
dormidos cuando no se lo proponen, y mejoran sustancialmente cuando duermen en
una habitación inhabitual, por ejemplo en un hotel. Este trastorno es frecuentemente
agudo y autolimitado (insomnio situacional, relacionado con un evento
estresante determinado), pero puede perpetuarse (insomnio psicofisiológico
crónico).
Se ha demostrado que en 3 de cada 4 pacientes
con insomnio crónico la causa es psicopatológica, frecuentemente depresión y/o
ansiedad. La depresión provoca típicamente acortamiento del tiempo total de
sueño por despertar precoz con incapacidad para reanudar el sueño. El
trastorno por ansiedad generalizada ocasiona dificultad para el inicio y/o el
mantenimiento del sueño. El tratamiento pertinente con antidepresivos y/o ansiolíticos
debe corregir el insomnio debido a depresión o ansiedad respectivamente.
También cabe destacar, que existen diversas
enfermedades médicas que pueden ocasionar insomnio por la irrupción de síntomas
nocturnos como dolor, disnea, tos, reflujo gastroesofágico, etc., que pueden
dificultar la conciliación del sueño o interrumpirlo. A su vez, algunos
tratamientos de estas alteraciones pueden perpetuar el insomnio. Entre las
enfermedades neurológicas que pueden ocasionar insomnio se encuentran las
cefaleas nocturnas, las enfermedades degenerativas, el traumatismo
craneoencefálico y el síndrome postraumático.
¿Como podemos tratar el insomnio?, el
objetivo del tratamiento es identificar y corregir la causa que lo provoca y
evitar enérgicamente su perpetuación. Los fármacos hipnóticos están indicados
en el insomnio agudo, que suele depender de un factor estresante
circunstancial, pero es controvertido su uso en el insomnio crónico. Sin embargo,
los pacientes deben dormir y, en esos casos, se asume como mal menor prescribir
hipnóticos administrados de forma intermitente 2-3 veces por semana.). En
casos leves, o como primer escalón de tratamiento, puede aprovecharse el efecto
secundario, hipnótico, de los antihistamínicos.
El tratamiento del insomnio comprende también
una serie de técnicas no farmacológicas potencialmente eficaces: terapia
cognitivo-conductual, técnicas de relajación, entrenamiento autógeno,
meditación, bio-feedback y técnicas de control de estímulos.
Hay todo un mundo detrás de algo tan simple y
a la vez tan complejo como el no poder dormir o hacerlo mal. Volveremos sobre
este tema en otro post para conocerlo un poquito mejor.
Como siempre … por aquí andamos!
R.