lunes, 15 de octubre de 2012

...Libro o e-Books?...

   Parece que la tecnología nos engulle y hace de nosotros seres que ya no saben vivir sin móvil, internet, ordenador, GPS, etc.… por si todo esto fuera poco, ahora han llegado a nuestras vidas los E-Books y las Tablet… toda una revolución!!, pero hasta que punto esto nos llena?. Sinceramente no se deciros. Tengo Tablet, y a pesar de tener dentro varios, (por no decir algunos cientos), de libros… no hay nada que disfrute más que un libro en papel, con su olor característico y sentada al lado de una ventana mientras llueve fuera y yo estoy con una humeante taza de té… se que podría estar con la humeante taza de té y el e-Books… pero amigos… para mí no es lo mismo…
   Mucho se ha dicho de unos y otros… y así como el vinilo dejo paso al casete y este al CD y ahora todo es en mp3, 4,5,…. Me temo que el libro pasara a la historia. Pero parémonos a pensar un poco…  El libro de papel y otras publicaciones "tradicionales" como los periódicos tienen como gran baza el ser productos de larga vida, reciclables y que no consumen ningún tipo de energía durante su uso.  Pero detrás de su fabricación siempre ha habido unos cuantos "peros": el empleo de toneladas de papel, la toxicidad de las tintas utilizadas o su coste energético. Sin olvidar las emisiones de CO liberadas durante su transporte, tanto de los distribuidores como de los propios lectores que deben desplazarse hasta el punto de venta para adquirirlos. Y la cosa no queda ahí: cuando un libro o un diario "mueren", el destruirlos, incinerarlos o llevarlos a un vertedero también provoca emisiones contaminantes, como el metano.
   Frente a esto, el electrónico tiene a su favor permitir un doble ahorro energético. Por un lado, puede almacenar miles de obras en un solo dispositivo, evitando así la tala de árboles y el impacto medioambiental de su fabricación. Pero los e-Books no están exentos de desventajas. La principal reside en el consumo energético que implica su uso. Un libro de papel no requiere recargas periódicas, mientras que un libro electrónico está limitado por la duración de su batería. Además, su vida es mucho menor. Aún no está claro cuál será la vida útil que podrán alcanzar estos dispositivos, sujetos a los vaivenes de las modas y las novedades del mercado, pero parece factible que se queden obsoletos en un plazo inferior a diez años, un periodo sensiblemente menor que el del libro tradicional. Además, queda la duda de si entre los lectores de libros electrónicos seguirá existiendo "nostalgia" de que compren periódicos y libros en papel. De ser así, el consumo sería doble.
   Así pues…. Me temo que pese a los nostálgicos… las librerías tienen los días tan contados como las tiendas de revelados de fotos o las de ventas de discos….
¿Tú qué opinas?.
R.

miércoles, 3 de octubre de 2012

... tras las vacaciones...

     Se acabaron las vacaciones... y he desconectado tanto que ni siquiera he escrito nada por aquí. De vuelta a la normalidad puedo deciros, que no sé si será por la tremenda crisis que sufre mi país, o por la cantidad de noticias nefastas que dan cada día por cualquier medio de comunicación... pero empecé con ganas y sentimiento de afortunada por tener un puesto de trabajo. Cada día sacan las cifras del paro y son descorazonadoras... se palpa en las calles que nada es igual. No confío en la política... confío en los españoles.... y espero que entre todos logremos salir adelante.
   No debo de ser la única, pues en un articulo reciente que he leído afirmaba que el número de trabajadores que regresan al trabajo sin padecer los síntomas de depresión postvacacional ha aumentado en 14 puntos porcentuales respecto al año anterior, según ha evidenciado el Informe Randstad sobre el estado anímico a la vuelta de las vacaciones. De este modo, un 53,3 por ciento de las casi 1.000 personas encuestadas en toda España afirma no tener esta patología en el regreso a su puesto laboral, cifra que en 2011 alcanzaba el 39,26 por ciento…
   Esto no implica que el estrés que provoca la reincorporación al puesto laboral conlleve una desazón que la mayoría necesiten entre una y dos semanas para adaptarse y desarrollar su actividad profesional con normalidad, Además es aconsejable ser positivos y constructivos, planificar tareas y establecer un orden de importancia, y tener una comunicación fluida con el resto de compañeros.
   En el aspecto físico los síntomas de la depresión postvacacional pueden ser problemas musculares, malestar general, cansancio, falta de apetito, insomnio o taquicardia; mientras que en el aspecto psíquico las consecuencias del síndrome postvacacional son irritabilidad, tristeza, ansiedad y una irrefrenable sensación de vacío. Con el fin de prevenir esto, se recomienda fraccionar las vacaciones. Este nuevo hábito vacacional, cada vez más común, prolonga la sensación de vacaciones y descanso, evitando las llamadas incorporaciones traumáticas,  que derivan en la depresión postvacacional. 
   En fin... mucho ánimo!.
R.